
Quizás, por eso, por el sexo y los ángeles mi ultimo recuerdo de allí, a sido un llamador de Ángeles. Un llamador es un colgante muy personal, con dos semiesferas que se unen y contienen en su interior trocitos de plata que al chocar suenan débilmente, para que solo los Ángeles lo puedan oír.

"Según la mitología, los duendes son los guardianes de los bosques y sus habitantes. Cuenta la leyenda que un grupo de estos duendes tuvieron que huir del bosque donde vivían en busca de un lugar alejado del peligro que les acechaba.
Gracias a su gran amistad con los ángeles, estos les obsequiaron con un colgante con una bola que tenía dentro unas pequeñas campanillas como símbolo de protección.Los ángeles les dijeron que cuando se sintieran en peligro o desprotegidos, agitaran la bola y al oír las campanillas los ángeles acudirían en su ayuda.Pero como nadie da nada por nada, los ángeles pusieron una condición, que el “llamador” era solo para uso personal y tenían terminantemente prohibido prestarlo a nadie, porque si lo hacían, la magia desaparecería y con ella, la protección de los ángeles."

Pero quizás los Ángeles no han querido tener sexo,

No es verdad, que pierdas las alas por desear amar a otros ángeles o a otros seres, si es este un amor limpio y verdadero, aunque solo sea por un rato, por una noche de luna, de San Juan, por una marea. Las mareas, me trajeron por primera vez el placer carnal del sexo de los ángeles y las mareas me quitaron la ilusión del amor corpóreo, porque el amor de los ángeles va mas allá del sexo.