sábado, octubre 28, 2006


Escaleras en Paris (I)



No llovia en Paris, a finales de aquel tormentoso Octubre. El suelo de las Tullerias, estaba seco y las doradas hojas de los parques no cubrian los setos ni los bancos. Una niebla debil cubria el Sena, y la Torre Eifel, todavia no estaba iluminada.

Alquile un atico en la Plaza Pigalle, a pocos metros del afamado Mouline Rouge. Una nevera repleta de comida española, un portatil y unos cuantos periodicos europeos, en espera de noticias suyas eran mi unica compañia. Una bicicleta verde marihuana, comprada a bajo precio a un pakistani en una tienda de la Avenida de Clichi, me servia como medio de transporte.

Mitchel y yo habiamos planeado hacia tiempo, esta estancia en Paris, la segunda para ambos y la primera, juntos. Una escapada de su aburrido mundo de pasillos y despachos en un ministerio Belga, y un paron en mi mundo juvenil, madurado a golpe de sufrimineto y aventuras generalmente incomprendidas.

LLaman a Paris la ciudad del amor, de la luz....patria de Balzac, de los mosqueteros, de Maria Antonieta, lugar de huida de Esmeralda, y Quasimodo, cuna del arte de Picasso... Paris, lugar de escaleras, de peldaños que suben y bajan, peldaños por los que puedes caer y partirte en dos. Escaleras son los que subi sola a mi atico la noche en que Mitchel desaparecio para siempre, y mi corazon se quedo ahogandose en el Sena.

Al contrario que las parejas comunes de enamorados, nosotros no subimos a la afamada torre. Unas trescientas escaleras separan la plaza Charles de Gault del paraiso de Napoleon, en las alturas del arco del triunfo.Curiosamente, nunca me gustaron las alturas, tengo vertico, debo vivir aventuras pegada a la tierra, casi reales, no imaginarias, aun asi subi, no solo esas sino unas cuantas escaleras mas, y tambien las baje, hacia los fosos del Louvre, y hacia mis mismos miedos y mis mismas catacumbas.

Un gendarme, entrego una nota a Michel a los pocos minutos de subir al cielo, despejado de Paris. Una nota que nos llevaria al misterioso museo, a sus mismisimas entrañas y a una obra de A. Canova, de la cual yo me quedo con la segunda parte, ya que aunque dicen, que la locura y el amor van de la mano, yo prefiero ir loca y sola, que en soledad acompañada.

jueves, octubre 05, 2006


THE BETTY´S HEART.

- Darling, my hear is broken. How are you?

Estas fueron las primeras palabras que mi pequeña Betty me dijo cuando volvi a mi ciudad natal para verla.

- Siempre has sido demasiado buena- la dije yo. - Asi te pasa cariño, que la gente abusa de ti.

Y es que a mi amiga Betty, la gustaria ser una aventurera loca como yo, y ser mala, como la "bruja averia", pero no la sale. Debe ser por que su madre un ser sobrenatural y generalmente incomprendido le ha trasmitido por genita y constumbrismo, la bondad infinita llegando a la tontuna. Practica a veces el arte del egoismo y del ser una cabrona, pero se queda en ser malilla simplemente y hacerse valer frente a la gente.

Hace un mes en un electro cardiograma, le vieron anomalias en el corazon.
"Creo que lo tengo demsiado grande y delicado" pensó.
Y no es de estrañar...
Mi amiga Betty, lleva años trabajando con y por los inmigrantes, sobretodo con niños y mujeres marroquies. La pequeña Betty ocupa sus fines de semana en niños, discapacitados y en su familia. Estudia y ademas trabaja.
A ella le gustaria ser divina, pero no una divinidad griega ni romana, sino una diva del pop, que viste Prada, con un superheroe que la agarre por el talle, en un bulevar Parisino y besar a un amante cuando no la vea nadie. En cambio ella, viste de trapillo y baratijas, escucha predicar sin dar ejemplo, pero ella si que cumple casi todos de los 11 mandamientos. (El 11 es haz bien y no mires a quien)

Y ha sido por este, por el 11, que ahora que la veo de nuevo, no la reconozco:

- Me han llamado racista y me han mentido. Bien sabes que no me gusta la mentira. Dicen que me envidan y no saben, que, aunque rica heredera en un futuro, no tengo ni una entrada para el teatro. No puedo hablar de ropa o de rebajas. Solo lloro mi pena en los rincones. Mis compis de trabajo no me entienden, mi novio piensa que deliro, que no a de ser para tanto el sufrimiento.

Y es que a pasado de pasar de quien pasaba de ella a luchar junto a su madre contra todo. Y es que un cuerpo tan pequeño ya se cansa de llevar en su pecho un corazon tan grande.