jueves, marzo 29, 2007

Escaleras de Paris (III)


Estaba claro, que necesitaba salir del Louvre cuanto antes, pero no podia, a pesar del riesgo que corria mi propia vida y la de Mitchel y aquel estraño pelirojo, que me recordaba, abandonar mi pc en mi habitacion, en el estaba toda mi tesis.


Baje las escaleras rapidamente, y vi como el me dijo la avioneta, que me llevaria si yo quisiera, al otro lado el mundo. Sali por la puerta del personal del Museo y robe una bicicleta recien olvidada sin candado. Cualquier otro movimiento hubiera sido demasiado sospechoso.


A esas horas de la tarde, el barrio de Paris donde yo me alojaba no estaba todavia en pleno esplendor dee bares, discotecas y sex-shop.



Pude subir discretamente las escaleras que llevaba a mi cuarto. La puerta estaba cerrada, pero una nota bajo la misma me hizo ver que la dueña del edificio habia sido cuestionada sobre mi y Mitchel hacia pocas horas. Mi pc seguia donde siempre. Abrí mi correo de la Universidad de Bruselas y un correo de la UAH, desperto, mi atencion. No tuve tiempo de leerlo, el telfono sonó y la Madame me dijo que un Taxi, esperaba urgentemente por mi en la calle.


Alcala de Henares volvia a requerir mi presencia esta vez, mucho mas rapido y misterioso que nunca.

domingo, marzo 04, 2007

EL BOLSO DE AUDREY



NOTA ACLARATORIA:
Esta, sera una nueva seccion con historias, que pasan en los viajes, que se encunetran en los bolsos y que se esperan encontrar, o nunca perder, como las ganas de amar y ser amada. (Miren los comentarios hay mas...)

Solo el amor y el arte hacen tolerable la existencia. Yo amo, al cine y a la música.
No podría vivir sin las gotas de glamour que un buen “Bloody Mary” del Chicote y un concierto del maestro en la sala Clamores, imprimen en mi, cuando vuelvo contigo, a mi castizo Madrid.
No podría sobrevivir sin mi bolso de Audrie comprando en Sanset Boulevard.
No podría sobrevivir sin mis Goya, sin mi gala de los Oscar y ahora, no se como “Volver” a este “Babel”, en el que me he quedado sola, sin “Desayuno con diamantes” desde que tú te has vuelto a ir.

“En "Mapondo" descubrí,
que al lugar donde has sido feliz,
no debieras tratar de volver.
Cuando en vuelo regular,
surqué el cielo de Madrid,
me esperaban dos pies en el suelo
que no se acordaban de mí.”

Yo no quiero volver, yo solo quiero que tu vuelvas, y mientras, sobrevivir a estas calles, a estos trenes, a esas fotos, que me recuerdan que durante una semana desayune con diamantes, que el tren de los momentos, se paraba cuando tu me sacabas picaramente la lengua, cuando me acariciabas el pelo y sutilmente me tocabas.

El problema esta en que yo al lugar donde he sido feliz , tengo que volver, con la frente bien alta, para sobrevivir a la envidia y a los cotilleos y esperar cual Penélope (la de Ulises) a que tu vuelvas aunque no sea solo, y aunque yo lo siga estando, para pintar de arco iris el gris de este melodrama.


"Y cómo huir
cuando no quedan islas para naufragar
al país donde los sabios
se retiran del agravio
de buscar labios
que sacan de quicio."

Si me nombras tu, se que existo, si me llamas, cargare esta cruz, de saber que es un amor tan imposible como querer volver a desayunar con George Peppard.
Y mientras, escribiré otras vidas, que pasen en los trenes, que Betty y Audrey vivan.

Y aunque no sea merecedora de un Oscar ni apruebe nunca en otros idiomas, se que me entenderé contigo, con solo una mirada, con solo una palabra, cuando tu vengas, llegues y vuelvas a robarme el corazón, cual ladrón de Bagdad, y recordando que siempre nos quedara otro Paris, mas dulce y romántico que el de la ultima vez.