lunes, noviembre 16, 2015

Cuando los Arboles LLoran... Otoño

Roblelacasa -Guadalajara
Plantar un árbol, es una de las tres cosas que se dice que hay que hacer en la vida.

Un árbol, es el mayor síntoma de vida.

Vida con raíces, pegado a la tierra donde nace. A la Campiña, a la Sierra , a la Alcarria, al desierto... si incluso al desierto. Entre el asfalto de un Boulevar o de una Avenida.
Resina en Soria


Un árbol, acoge entre sus ramas, ramas que se estiran hacia el cielo, a gusanos, musgo, pajarillos con y sin nido.
Un árbol puede contener toda la vida  toda la muerte.
Puede dar su tesoro en forma de frutos y en forma de resina.
Un árbol al que se sangra por trabajo.

Los arboles son el resguardo de setas y hongos.
Pantano de Alcorlo desde S. Andres del Congosto

Nos dan sombra y oxigeno.

Pero los arboles, lloran.

Sienten la pena de la falta de lluvia.
La falta de respeto a los montes y a los pinares.
La in - civilización que los arrasa para construir supermercados, hoteles o carreteras.


Pero hoy , más que nunca los arboles del Desierto sienten pena, lloran por los pájaros de hierro que bombardean gentes y tierras en Libano, Londres, Siria, Paris...





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